domingo, 24 de mayo de 2009

Los Cinco tienen apoyo internacional

Tomado de Antiterroristas.cu

Entrevista con Leonard Weinglass
New York
Mayo 2009


Cuando nos acercamos al 28 de mayo, fecha en la que el Gobierno de Estados Unidos presentará sus documentos oponiéndose a que la Corte Suprema tome el caso de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y Rene González, conocidos mundialmente como los Cinco, Leonard Weinglass, quien representa a Antonio Guerrero y que forma parte del equipo de defensa de los cinco cubanos, explica en detalle el proceso legal que enfrentan en el actual clima político de Estados Unidos.

ENTREVISTA

Bernie Dwyer (RHC): ¿Puede decirnos las fechas a las que tenemos que estar atentos en el próximo paso de este largo e interminable proceso legal relacionado con los cinco cubanos que actualmente cumplen sentencias en cárceles de Estados Unidos?

Leonard Weinglas: Inicialmente el gobierno iba a responder el 6 de mayo a nuestros documentos de solicitud a la Corte Suprema para que tome el caso. Entonces, hace una semana, supimos que el gobierno había solicitado una tercera extensión de tiempo, lo cual es algo inusual, y que la corte accedió a la misma. La próxima fecha es el 28 de mayo, cuando el gobierno presente sus documentos oponiéndose a que la Corte Suprema revise el caso. Entonces tendremos 10 días para presentar una réplica y ahora prevemos una decisión por parte de la Corte Suprema para el 22 de junio. Nos estamos acercando al final del período de sesiones de la Corte, así que lo más probable es que tengamos una respuesta de la corte para esa fecha, el 22 de junio. Si no fuera así, entonces la decisión probablemente no se diera hasta el otoño, pero prevemos tener noticias de la corte para el 22 de junio.

BD: Si la respuesta de ellos fuera afirmativa, ¿cuánto tiempo usted piensa que habría que esperar antes que el caso fuera realmente considerado?

LW: El caso entonces sería considerado después de que los documentos fueran presentados y pasaríamos por otra ronda de presentaciones a principios de otoño. El caso probablemente sería considerado en noviembre. Todas estas son conjeturas. Entonces tendríamos la decisión de la Corte Suprema de estados Unidos en enero o febrero del 2010.

BD: Aparentemente la Corte Suprema de Estados Unidos considera solamente alrededor de un 2% de todos los caso que se presentan para su revisión. ¿Es eso correcto?

LW: En realidad es un poco menos del 2%. Estamos en un grupo de aproximadamente 2000 casos que están pidiendo a la Corte que revise la decisión y de esos 2000 la corte probablemente tomará aproximadamente 70. Y todos estamos compitiendo unos con otros para convertirnos en uno de los setenta casos.

BD: ¿Así que estos 2000 casos están buscando la revision de decisions sobre casos que ya han sido escuchados en las cortes?

LW: Ellos están buscando, principalmente, tener una revision de una decisión tomada por una Corte de Apelaciones de un Circuito. Existen en Estados Unidos 12 circuitos y nosotros estamos en el Onceno. Pero cada circuito emite una decision como la que nosotros obtuvimos d ela Corte de Atlanta y entonces usted tiene el derecho de solicitarle a la Corte Suprema que revise esa decisión, que es lo que nosotros estamos haciendo. La Corte Suprema también toma casos del sistema de cortes estatales, de las cortes superiores de cada uno de los estados, el cual es proceso aparte. Así que es un proceso mixto, algunos casos vienen de las cortes estatales y otros, como el nuestro, de las cortes federales.

BD: ¿Qué tipos de casos piden revisión de la Corte Suprema?

LW: Casos de todo tipo. Muchos son comerciales, algunos corporativos, y algunos tienen que ver con decisiones de la burocracia en Estados Unidos, tales como la Agencia de Protección Ambiental o el departamento interior. Así que nos referimos a un grupo muy diverso de casos que incluyen temas de derechos de patentes, temas comerciales y medioambientales. Es una mezcla y un pequeño porcentaje de ese número son temas penales como el nuestro. Un número pequeño son casos de pena de muerte, que tienen prioridad para la corte.

BD: ¿Existen otros temas que pueden influenciar a la Corte Suprema aquí en Estados Unidos?

LW: Uno de los temas es la cuestión de los amicus curiae (documentos de amigos de la corte). Estos son documentos presentados por terceras partes que no están involucradas en la litigación pero que quieren informar a la corte de sus puntos de vista sobre la importancia que el caso tiene en relación con su impacto sobre Estados Unidos o sobre ellos mismos. Y de los 2000 casos, probablemente cien o doscientos van a presentar algún documento de amigo de la corte. Por lo general tendrán uno o dos. En un caso inusual, podría haber tres o cuatro. En nuestro caso presentamos 12 de grupos y asociaciones, poetas laureados, abogados y jueces internacionales y de Estados Unidos, que sienten que la corte debe revisar este caso debido a sus implicaciones tanto internacionales como domésticas.

Puedo decirte que de los 2000 casos, no hay ninguno con 12 amicus excepto nosotros y hay abogados que se dedican a observar los procedimientos de las cortes que dicen que nuestro caso tiene más amici (plural de amicus) que los presentados en cualquier otro caso. YO no estoy seguro de eso, pero al menos es a es la opinión. Sin embargo, puedo asegurarle que de todos los 2000 casos somos nosotros los que tenemos más terceras partes, principalmente partes con un alto perfil internacional, expresando un interés en nuestro caso.

BD: ¿Qué tipo de influencia usted honestamente piensa que puedan tener estas partes con alto perfil?

LW: Es muy difícil calcular la fuerza de la influencia. La misma puede variar de un juez a otro. Hay algunos jueces en esa corte que han expresado abiertamente su interés en la opinión internacional. Existen otros jueces que desdeñan ese interés. Así que pudiera impactar a unos más que a otros. Pero una cosa pienso que sí podemos decir, sin hacer hincapié en cuán fuerte pueda ser la influencia, la misma sí importa. Tiene al menos alguna influencia y en algunos jueces más que en otros. Así que no hay nada negativo en ello. Creo que no hay desventaja en eso. Es de gran ayuda a nuestro caso que haya amigos de la corte apoyándonos y diciéndole a la corte que el mundo está observando. Y en el sistema norteamericano de justicia, lo pero que le puede pasar a usted es estar solo y los Cinco ciertamente no están solos. Ellos probablemente tengan más apoyo internacional que cualquier otro caso que se haya presentado ante la corte.

BD: ¿Existe aquí una fina línea donde ésto pueda verse como una interferencia con el sistema judicial de Estados Unidos?

LW: Los documentos de los amigos de la corte que se presentaron tuvieron muy en cuenta ese problema y nadie está sugiriendo que ellos desearían intervenir en las prerrogativas del sistema norteamericano de justicia; todo lo contrario. Así que pienso que la modesta posición de estos documentos y la forma seria en que están escritos impresionarán a la corte con el hecho de que nadie está tratando políticamente ni de ninguna otra manera en el proceso de la corte. Ellos solamente desean hacerle saber a la corte que la comunidad internacional está, en primer lugar, conciente de este caso y en segundo lugar, está preocupada acerca del potencial impacto que tendría si la corte rechaza revisar la decisión.

BD: ¿Son los documentos de amigos de la corte parte del caso actual? ¿Serán escuchados durante la audiencia?

LW: Ellos definitivamente forman parte del expediente oficial. Si la corte los acepta, emitirá una orden aceptándolos y nosotros prevemos que la corte lo hará no importa cual sea el resultado. Así que ellos forman parte del expediente. ¿Tiene algún impacto en la toma de decisiones? Se sabe de instancias, más recientemente en algunas de las decisiones relacionadas con la tortura, donde existe un reconocimiento de la respuesta internacional al proceso de la corte.

BD: Usted menciona 12 documentos de amigos de la corte. ¿Todos se relacionan con los mismos temas o tienen algunas diferencias significativas?

LW: Sí se diferencian. La mayoría de ellos se refiere a lo relacionado con el tema fundamental del juicio justo y si el juicio de cinco agentes cubanos en la sede de Miami satisface o no las normas internacionales aceptadas en todas las jurisdicciones para un juicio justo. Muchos de ellos se refieren a este tema y algunos citan el hecho de que en mayo del 2001 un subcomité de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas después de examinar el expediente halló que en este caso la norma había sido violada y que un tribunal justo para los cinco cubanos no era posible en el distrito de Miami. En esto se basan la mayoría de los documentos que han sido presentados.

BD: Un cierto optimismo ha sido expresado por los que se solidarizan con los Cinco acerca de que el nuevo presidente de Estados Unidos parece estar lentamente haciendo cambios y moviéndose en una dirección diferente a la de su predecesor. ¿Usted piensa que exista una posibilidad mayor de justicia para los Cinco bajo los Demócratas y bajo Barack Obama?

LW: Es muy difícil hacer un juicio sobre ese tema. El próximo paso por parte del gobierno de Estados Unidos lo dará el Solicitor General al responder a nuestros documentos. Prevemos que la respuesta del gobierno será la misma en la administración Obama que en la administración Bush. Ellos van a oponer resistencia, con todos los poderes que tienen, a cualquier posibilidad de que la Corte Suprema tome el caso para revisión. Nosotros no prevemos ningún cambio en esa posición. Sería maravilloso si eso ocurriera pero los abogados en este caso, y algunos de ellos tienen más experiencia que yo, no prevén ningún cambio.

Tom Goldstein, nuestro abogado principal en la litigación ante la Corte Suprema, le ha escrito al Solicitor General, señalando que al decider el tema de la eliminación de miembros afro-norteamericanos del jurado, el Onceno Circuto en Atlanta utilizó una regla que ninguna otra corte en estados Unidos ha utilizado, conocida como regla “per se” que permite al gobierno eliminar jurando afro-norteamericanos, siempre que queden otros afro-norteamericanos formando parte de un jurado de 12 miembros, y siempre que el gobierno tenga aún el poder de eliminara aquellos que queden pero decida no hacerlo. Esa es una cuestión técnica, pero se le llama regla “per se”.

Solamente en el Onceno Circuito que cubre Georgia, Alabama, importantes estados del Sur, así como la Florida, esa regal ha sido aplicada y nosotros solicitamos, a través de la carta de Tom Glodstein, que el Solicitor General considere todo el impacto de esa regla y el hecho de que a los fiscales bajo esa regla se les está dando luz verde en un tribunal de Estados Unidos para ejercer parcialidad, un prejuicio en contra de los jurados afro-norteamericanos sin tener que explicar las razones para hacerlo.

Para aquellos de nosotros que hemos ejercido en estos tribunales, ese es un importante paso atrás y cuestionamos el porqué Estados Unidos quiera implementar una política como esa. Claramente, esa política no sería aceptable para los que están solicitando trabajo, para los que están buscando vivienda o para aquellos que quieren votar. La cuestión es, ¿será aceptada en una corte federal de Estados Unidos? Tenemos esperanzas de que haya ahora alguna nueva sensibilidad en la oficina del Solicitor General que no existía antes. Permitir un proceso como ese es inaceptable y después de que Tom Goldstein escribiera esa carta solicitándole al Solicitor General, quien representa a Estados Unidos, a que reconsidere eso, el gobierno no respondió pero pidió una prórroga de dos semanas para revisar el caso.

Algunos se sienten optimistas acerca de eso, francamente yo no. Pienso que la oficina del Solicitor General, que es nueva, se está organizando. Incluso ahora mientras nosotros conversamos, la Solicitor General Elena Kagan, está siendo considerada para la Corte Suprema. Esto pudiera aumentar la agitación interna. Pero pienso que se debe al hecho de que la oficina del Solicitor General ha sido instalada recientemente y necesita más tiempo para organizarse.

BD: Obama ahora tiene la oportunidad de nombrar a un nuevo juez a la Corte Suprema ¿Usted siente que él podría usar esta oportunidad para nombrar a alguien que pudiera ser progresista o si existe algo como un juez progresista en la Corte Suprema de Estados Unidos?

LW: No creo que exista algo como eso. Por primera vez en los últimos 100 años, de los nueve jueces que conforman la Corte Suprema, no hay ni uno que se oponga a la pena capital. Siempre tuvimos uno, algunas veces tuvimos 2 y creo que incluso una vez en los años 60, reflejando la política de esos años, tuvimos tres, pero esta corte no tiene ni siquiera uno que se haya opuesto a la pena capital como un asunto de principio.

Bueno, el New York Times ha advertido recientemente a la población de Estados Unidos que no espere un juez liberal. Eso es lo que se dice en la mayoría de los medios de comunicación porque Barack Obama, en los temas de derecho constitucional, puede no ser un liberal sino se dice que es un pragmático, que es una palabra moderada para decir conservador. Así que yo no tengo muchas esperanzas. Hay personas que tienen credenciales de liberales pero que aceptan un estado de seguridad nacional, y pienso que esa es la dirección hacia la que vamos. Pudiera decir que el juez que se retira, Souter, un soltero que vive en una finca en un área rural de New Hampshire, es un hombre con credenciales liberales pero que no está de acuerdo con un estado de seguridad nacional. Él se va y pudiera ser que el que lo reemplace, quizás con credenciales liberales, sí esté de acuerdo con el estado de seguridad nacional. Este caso de los cinco cubanos tiene un impacto en el tema del estado de seguridad nacional, así que es muy difícil ser optimista. Pero como todo el mundo estoy esperando y observando, pero realmente no espero que el Presidente Obama le tienda la mano a un progresista y posiblemente ni siquiera a un liberal. Él ha dejado claro que no está buscando una selección ideológica. Lo cual es algo desafortunado porque los jueces de derecha son ideológicamente fuertes. A menos que haya algo que contrarreste su posición ideológica, el dominio de la corte por parte de la derecha a continuar, así que estoy esperando y observando, pero no soy optimista.

BD: ¿Sobre que bases usted piensa que él va a hacer su selección si no es sobre una base ideológica?

LW: Él se refiere a la misma como “pragmática”. Alguien, como e mismo dice, que entienda el temperamento y la forma de ser del pueblo norteamericano. Ese no es el papel de la Corte Suprema. El papel de la Corte Suprema es ser un baluarte en contra del temperamento y las actitudes del público norteamericano y proteger los derechos de las minorías y de los indefensos. Así que al parecer existe una confusión.

Nosotros no necesitamos un juez que refleje el temperamento del público norteamericano. La cuestión es: debe el juez reflejar las actitudes en la comunidad o debe el juez reflejar los derechos fundamentales de aquellos que son minorías y son indefensos en la comunidad. Yo siempre he tomado esta última posición y también mis hermanos del Gremio Nacional de Abogados. Esta es una línea muy fina y pienso que tiene que ser comprendida porque es crítica para el proceso por el que estamos pasando en este momento en el caso de los cinco cubanos.

Esta entrevista fue transmitida por la Sección de Inglés de Radio Habana Cuba en tres partes a partir del miércoles 13 de mayo de 2009.

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