lunes, 3 de diciembre de 2007

Puede contar conmigo


Acabo de leer una historia que quizás poco conozcan.
Se sabe de la rivalidad existente en la península ibérica entre los catalanes y madrileños, pues los primeros luchan por la autonomía en una España dominada por Madrid.
Los tenores Plácido Domingo y José Carreras son madrileño y catalán, respectivamente. Por cuestiones políticas se enemistaron en 1984. Desde ese momento hacían constar en sus contratos que sólo se presentarían en determinado espectáculo si el otro no fuese invitado.
En 1987 a Carreras le apareció un enemigo más implacable que Plácido. Lo sorprendió un diagnóstico terrible: ¡Leucemia! Su lucha contra el cáncer fue muy sufrida. Se sometió a varios tratamientos: autotrasplante de médula ósea, cambio de sangre…, por lo que viajaba cada mes a los Estados Unidos. En esas condiciones no podía trabajar, y a pesar de poseer una considerable fortuna, los altos costos de la atención médica y los viajes debilitaron sus finanzas.
Cuando no tuvo más respaldo monetario personal conoció de la existencia de una organización no gubernamental en Madrid, cuya finalidad única era apoyar a los pacientes leucémicos. Gracias al soporte de la Fundación Hermosa, Carreras venció la dolencia y volvió a cantar.
Cuando trató de asociarse a ella, leyó los estatutos y descubrió entonces que el fundador, mayor colaborador y presidente era Plácido Domingo. Luego supo que la había creado, en principio, para atenderlo a él y que se había mantenido en el anonimato para que no sintiera “humillación” por aceptar el auxilio de su enemigo.
De conmovedor calificaron el encuentro de ambos. Sorprendiendo a Plácido en una de sus presentaciones en Madrid, Carreras interrumpió el concierto y de manera humilde le ofreció disculpas y le agradeció públicamente. Con un fuerte abrazo sellaron el inicio de una gran amistad.
En una entrevista, le preguntaron a Plácido por qué creó la Fundación en un momento en el que, además de beneficiar a “su enemigo”, ayudaría al único tenor que podía hacerle competencia. Su respuesta fue precisa: “Porque no se puede perder una voz como esa”.
También me conmovió esta sencilla leyenda. Cuentan que un humilde porteador descansaba a la sombra de un gran palacio en Bagdad, meditando con envidia por qué una persona merecía tener semejante lujo. Simbad el Marino -héroe de la colección de cuentos conocida como Las mil y una noches árabes- era el dueño del castillo. Cuando estuvieron uno frente al otro, lo invitó a pasar y le relató la historia de sus siete viajes arriesgados por el mundo. Con la explicación, demostró al visitante que su riqueza la había acumulado durante un largo período de trabajo duro y arriesgado. El porteador pidió que lo perdonara por haber pensando de modo tan egoísta. Desde ese día, Simbad compartió sus muchos bienes con él y fueron amigos el resto de la vida.
La historia de la humanidad está llena de hechos que evidencian el extraordinario valor de ese sentimiento que engrandece tanto a las personas: la amistad.
El hombre, a través del paso apresurado por la vida, siempre ha soñado con la paz y la concordia, con el bien y la amistad. Y así está explícito en no pocas creaciones literarias, plásticas y cinematográficas.
Sólo el ser humano es el mejor amigo del hombre, sin desdeñar la fidelidad canina, por supuesto. Nada hay más alentador en los momentos difíciles que la llegada de ese ser que admiramos y queremos, que nos pone la mano en el hombro y tiene palabras de aliento, sin pedir nada a cambio, sin condicionamientos, exigencias o imposiciones, y que por sus venas no corre la misma sangre.
Los amigos seguros se prueban en los momentos inseguros, reza un viejo proverbio de autor anónimo. Y le sobran razones a quien hizo tal afirmación. Cuando la dicha sonríe las puertas de la amistad parecen no cerrarse, pero cuando la desdicha hace su aparición, en cualquiera de sus facetas, sólo queda una simple ventana abierta o quizás una pequeña rendija por la que entran, como reyes magos, únicamente los fieles, incondicionales, seguros y leales. Ésos son los verdaderos.
Al amigo real hay que cuidarlo y demostrarle en cada momento que estamos a su lado, que valoramos altamente la simpatía que nos profesa. Los falsos, ingratos o malagradecidos se perderán solos en el camino y siempre estarán signados por el infortunio de no ser bien valorados ni por sus semejantes ni por su propia conciencia. Pobres mortales.
Mario Bennedetti, con el singular dominio del lenguaje que sólo tienen los poetas, dueños absolutos de las metáforas, hizo un sencillo poema que encierra un mensaje preciso al respecto. Se titula Hagamos un trato, y en su primer verso afirma: Compañera/ usted sabe/ que puede contar/ conmigo/ no hasta dos/ o hasta diez/ sino contar/ conmigo.
Ese es el sentido. Cualquier otra palabra sobra en este instante.

¡Periodismo sexy!, ¡¿también?!


Ni lo busqué ni me lo enviaron. Uno de los titulares de las alertas diarios de Google lo puso en la pantalla del ordenador a través de Outlook Express: “Periodismo sexy”. Ah, ¿también?, me pregunté de inmediato, pues he ido formando, día tras día, una lista de nuevas e injustificadas clasificaciones periodísticas y ya va por el número 37.

Pero confieso que éste no pensé tener que registrarlo.

Un sitio en Internet que lleva por título TalCual, y se edita en Sudamérica, tiene la primicia. En su titular de portada advierte que “Empresa canadiense busca periodistas sexy”, y acompaña la nota con una foto de nueve “colegas” desnudas (aunque no en posiciones obscenas, hay que decir la verdad).

El lead (o primer párrafo, como prefiero siempre llamarle), advierte que “las jóvenes interesadas podrán ser protagonistas de un informativo basado en los striptease”. “Se trata –subraya la nota- de una iniciativa canadiense que sólo puede verse a través del móvil (teléfono celular) o Internet”.

“El periodismo –dice- también puede ser sensual. (¡!)”.

Y la información da cuenta que una empresa canadiense comenzó un casting en Córdova, Argentina, para un nuevo equipo de conductoras “atrevidas”. (El entrecomillado es mío).

Las advertencias explícitas son: “Las jóvenes deberán estar dispuesta a quitarse la ropa ante las cámaras. Además, deberán contar con buena dicción, cultura general, agenda de contacto (?) y una excelente presencia”.

“Naket Broadcasting Networs –afirma- ya posee seguidores en España, México, Estados Unidos y la Argentina. Y ahora pretende una versión cordobesa con rostros frescos y chicas divertidas. (…) Las chicas se dedicarán a dar buenas noticias”.

Debajo de la nota, en lo que denominan Otros avances, sugieren al internauta consultar notas sobre: “Estadounidenses aprovechan gangas del ‘viernes negro”, “Maradona ofende a su hijo en TV y ahora le pide perdón”, “Cristina Kirchner sin maquillaje, la foto más vista en la red”, “Modelo de 102 años posa desnuda para un calendario”…

Si a esto es lo que han dado en llamar “periodismo sexy”, yo me atravería a agregar el número 38 de mi lista: periodismo basura.
No hace falta ningún otro comentario.