martes, 21 de abril de 2009

Las razones de Ramonet

Por Ramón Barreras Ferrán

La aguda visión de Ignacio Ramonet, avezado estudioso de la Comunicación y de los problemas sociales del mundo actual, quedó demostrada una vez más en un artículo publicado recientemente en Le Monde Diplomatique y que reprodujo un diario cubano.
En esta oportunidad se refirió a la explosión en el desempleo que ha generado la crisis económica planetaria. Las cifras que los medios de información publican todos los días son cada vez más alarmantes.
Ramonet plantea que “la crisis aún no ha tocado fondo. Y las próximas noticias serán peores”. O sea, el número de personas sin trabajo en el mundo aumentará aún más en el presente año. En el 2008 la cifra se elevó a 190 millones y según estimados realizados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el 2009 se incorporarán al ejército de los desempleados no menos de 51 millones.
El destacado estudioso y periodista define el problema con total exactitud: “El huracán económico se ha llevado por delante una cuarta parte de la riqueza mundial”, y califica lo que ocurre con los trabajadores como una lepra que se extiende.
Ante el panorama que presenta la crisis, muchos empresarios y banqueros, como él advierte, la toman como justificación para “despedir a mansalva y reducir costos”. En la viña del señor, hay de todo.
Resulta evidente que los más afectados con la situación financiera planetaria han sido los trabajadores vinculados directamente a la producción, porque los directivos y el personal más calificado se mantienen activos y a ellos no llegan los tentáculos de los despidos cada vez más frecuentes.
En la mayor potencia mundial, los Estados Unidos de Norteamérica, subió el porcentaje de personas desempleadas en el mes de febrero en un 8,1 por ciento, un alza mayor que la pronosticada por los analistas. Ese porcentaje significa que 650 mil trabajadores quedaron en la calle a su suerte, sin sustento monetario para ellos y sus familiares. Desde que la crisis hizo asomo, hace más de un año, 4,4 millones de personas perdieron sus puestos laborales en ese país.
A ese triste panorama se agregan otras páginas no menos grises. La OIT dio a conocer hace poco un estudio en el que define que más de mil millones de trabajadores viven con menos de dos dólares por persona. La mayoría labora en el llamado sector informal, o sea, en el cultivo de pequeñas parcelas de tierra y en la pesca, por citar sólo dos ejemplos, y no cuentan con seguridad ni asistencia social. En los últimos diez años el desempleo oficial creció más de un 25 por ciento y afecta hoy al 6 por ciento de la fuerza laboral activa en el mundo. De los desempleados, se calcula que 86 millones, cerca de la mitad, son jóvenes entre 15 y 24 años de edad.
Esas causas provocan una emigración desesperada desde los países más pobres hacia los que mejor están económicamente. Y estos últimos, en una especie de fiebre xenofóbica contemporánea, los expulsa de sus territorios o los incorporan a la las filas de los que deambulan por las calles todos los días en busca de algún puesto de labor.
Las mujeres forman el sector más vulnerable en esta suerte de desenfreno sin fin contra los trabajadores, como única vía encontrada al parecer por los empresarios para afrontar la crisis. Organizaciones internacionales han informado que este año 22 millones de féminas quedarán sin empleo seguro, fundamentalmente las que residen en países del Tercer Mundo.
Los gobiernos de los países capitalistas, principalmente el de los EE.UU., buscan fórmulas un para resolver el problema de la crisis, pero no hayan la solución definitiva. En el Encuentro sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, efectuado hace unos días en la capital cubana, algunos expertos, entre ellos premios Nóbel en Economía, advirtieron que si las recetas siguen teniendo ribetes capitalistas, la salida no será encontrada, pues es el sistema el que está realmente agonizando.
Mientras, como señalé en un comentario anterior, son los trabajadores los que pagan “los platos que han roto” los poderosos financieramente. La cadena parte por el eslabón más débil en muchos países del mundo.
Por suerte, Cuba no está entre ellos. Aunque inobjetablemente la crisis económica se hace sentir en esta pequeña nación, ni un solo trabajador ha quedado desempleado.
La realidad demuestra que las fórmulas más objetivas para enfrentar este duro transe deben tener soportes socialistas.

Tocó puerto cubano el velero más grande del mundo

Por Ramón Barreras Ferrán

El velero más grande del mundo, nombrado Club Med 2, tocó puerto cubano por la rada de la central ciudad de Cienfuegos.

La embarcación, con una prestancia espectacular, tiene cinco mástiles, 187 metros de largo y puede transportar a 392 pasajeros a bordo. Cuenta además, con ocho puentes, 190 cabinas y seis suites. La firma francesa Club Med, dedicada al turismo de cruceros, lo incorporó a su flota.

De acuerdo con autoridades del sector turístico en la provincia cienfueguera, el velero sólo estará un día en aguas de la bahía de Jagua. Quienes viajan en él recorrieron este lunes el centro histórico de la ciudad, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la UNESCO, y visitaron la villa de Trinidad, en el cercano territorio de Sancti Spíritus.

El arribo de la singular embarcación coincidió con las celebraciones previas al aniversario 190 de la Perla del Sur, como también llaman a Cienfuegos, la cual fue fundada el 22 de abril de 1819 por colonos franceses.

Al caer la tarde, la proa del Club Med 2 enfiló hacia el canal de salida, rumbo al mar abierto, para proseguir la trayectoria prevista.
El mayor barco velero del mundo ha recorrido durante el invierno países del Caribe y América Latina. En el verano surcará las aguas del Mediterráneo y tiene paradas programadas en más de 70 puertos distribuidos por Grecia, Turquía, Italia, Croacia y Libia. Como novedades, incorporó una nueva ruta por la antigua y emblemática capital egipcia de Alejandría, y tiene también otros destinos, como Cuba y México.

Capitalismo VS. moral

Por Ramón Barreras Ferrán

Cada día el capitalismo entra no sólo en una mayor crisis financiera, sino también en una muy aguda, pero de carácter moral. Y parece igual de insalvable.
Aunque en este mundo ya nada debe asombrarnos, hay informaciones que, aunque no quisiéramos, aterran porque lindan con lo increíble, con lo que sólo mentes putrefactas pueden concebir y ejecutar.
Esta es una de ellas. El buscador Yahoo, en la red de redes, informa hoy, con la mayor tranquilidad, lo siguiente: Susan Boyle es una escocesa de 48 años de edad que maravilló al mundo televisivo europeo con su presentación en uno de esos programas de participación para noveles que tanto difunden las cadenas llenas de sensacionalismo y aparentes “oportunidades”. Al parecer la señora canta bien. Y además, está en paro debido a la crisis económica, a sea, no tiene empleo alguno para sustentarse.
Pero en sus declaraciones tras ganar en el espacio Tienes talento inglés, confesó al entrevistador que aún es virgen y que nunca la han besado. Cosas que forman parte del espectáculo en ese tipo de emisiones mediáticos en las cuales realizadores, presentadores y participantes la mayoría de las veces le venden el alma al Diablo para ganarse cuatro pesos.
Entonces no demoró nada la oferta. No fue precisamente para grabar un disco o presentar un concierto. La propia información califica de piraña mediática a Mark Kulkis, responsable principal de productora porno Kick Ass Films, quien le propuso a Susan volar a Estados Unidos, elegir un actor y pagarle un millón de dólares por perder la virginidad ante la cámara. Kulkis lo ve como algo de lo más normal, pues “es una situación en la que todos ganan: ella se estrena y él se forra a costa de la que podría ser una cantante conocida dentro de unos años”, según Yahoo.
La señora escocesa no ha respondido al ofrecimiento y tampoco ha dicho si lo hará o no. Por suerte, no todos en este mundo huelen a azufre, como Mark Kulkis. Afortunadamente, Simon Cowell, un productor musical inglés, se ha ofrecido a negociar un contrato para que Susan pueda grabar un disco.
¿Cómo entender entonces que se pretenda mostrar la sociedad estadounidense al mundo como el paradigma ideal de modelo de vida, cuando ocurren inmoralidades como ésta?
¿Acaso no se parece esa oferta a las proyecciones continuas de filmes violentos que alientan al crimen y las matanzas colectivas?
¿Cómo educar a los niños y jóvenes en medio de la difusión por doquier de películas pornos que la mayoría de las veces son incluidas en las programaciones de canales de TV a domicilio?
La crisis social, con marcado acento moral, es tan o más aguda que la económica y similar en un aspecto: está en un callejón sin salida.

Cienfuegos es como un bolero

Por Ramón Barreras Ferrán

Cienfuegos se presenta enigmática, seductora. Es una joven con 190 años. Y encanta como la Dama Azul que sale en las noches, según la leyenda, a pasear por los laberintos del Castillo de Jagua.
Cienfuegos tiene también su caricia aborigen, como la bella India Guanaroca, que de tanto llorar porque Imao, su compañero, le robó por celos al pequeño hijo de la pareja, formó con sus lágrimas una gran laguna que hoy lleva su nombre cerca de la desembocadura del río Arimao.
Y pudiera muy bien ser llamada la ciudad de las cúpulas, pues decenas de ellas cierran las partes superiores de céntricas edificaciones, o la de los portales; los que paralelos a arterias y calles principales dan sombra a los transeúntes y tipifican el entorno.
Cienfuegos es la novia de muchos, como reconoce su conservador, el arquitecto Irán Millán, quien ha sido tan cautivado por ella, que la preserva con infinito amor, pero también la admira y la venera. “Es el pretexto –ha dicho- donde converge el afán de su gente por el mejoramiento humano”.
Entre los colores del arcoiris que la forman, el verde-azul prevalece por la cercana presencia del mar, o más bien, de la bahía de Jagua, surcada por camaroneros silueteados en noches de luna llena, escena que ha estimulado a poetas y autores musicales.
Cienfuegos es una ciudad muy limpia, porque ése es uno de los mayores orgullos de quienes saben cuidarla y de los hombres y mujeres que, como reyes midas de la escoba, convierten en pulcritud su paso por calles y avenidas en las frías madrugadas o en los mediodías soleados y calurosos.
Es cierto que París bien vale una misa; o quizás mil misas, como han asegurado muchas veces con certeza. Pues entonces, me aventuro a asegurar que la pequeña Perla del Sur, obsequio de la naturaleza y el hombre en el centro-sur de Cuba, bien vale, al menos, una oración por la beldad.
Cienfuegos, en fin, es como un “bolero”, como asegura el estribillo de una popular canción; es suave, dulce, melancólica e inspiradora siempre.