domingo, 16 de septiembre de 2007

Amenaza en los mares


Por el título usted podrá pensar que escribiré sobre el Triángulo de las Bermudas, los huracanes, tifones, tormentas, tsunamis o cualquiera de los fenómenos que embravecen los océanos y mares y hacen desaparecer barcos enormes y poblaciones enteras.
Pues no, trataré otra vez un tema recurrente: el cambio climático.
Porque las transformaciones vertiginosas que sufren los factores climáticos que tanto influyen en la vida terrestre, a causa de la irresponsabilidad de quienes habitamos el planeta, cobrarán una cuota en las aguas, al afectar también a los peces.
Hace poco sitios en Internet dedicados a la ecología y otros de información general dieron cuenta de que el investigador oceanográfico estadounidense, Paul Falkomski, expresó su preocupación por el cambio global, debido, entre otros efectos, “a que trae consigo menos nutrientes en las capas superficiales del océano, lo cual supondrá menos fitoplancton y en consecuencia, menos peces”.
En la ciudad ibérica de Oviedo, al norte de la península, el estudioso norteamericano se reunión con periodistas, dentro del marco del IV Congreso Europeo de Ficología (subdisciplina de la botánica que se dedica al estudio científico de las algas marinas), y de manera especial alertó sobre otro de los efectos de la anomalía: el incremento de la acidez de los océanos.
El investigador considera además, que la elevación de la temperatura hará más dificultosa la supervivencia de algunas especies, como los corales, por ejemplo. Al respecto planteó que la protección de las zonas marinas resulta esencial debido a la existencia de organismos “especialmente sensibles”, como los mamíferos o los corales, sometidos en la actualidad a una presión excesiva con fines turísticos y de desarrollo.
De igual forma dio a conocer que “cuanto mayor sea la disminución del fitoplancton, menor será la cantidad de organismos que se acumularán como sedimentos y, como consecuencia, se formará menos petróleo a través de las eras geológicas, como ha ocurrido desde que se formó el planeta”.
El asunto es como para preocuparse aún más. No basta entonces con pensar en la elevación de la temperatura, el aumento del nivel del mar, los intensos períodos de sequía y lluvias, los huracanes cada vez más fuertes, el derretimiento del hielo en las zonas polares…, hay que agregar a esos vertebrados acuáticos porque desde que apareció el hombre en el planeta forma parte de su dieta alimentaria.